JUDY
Para muchos una película que se llame “Judy” no hará mucho sentido o significado de porqué esta tiene tipografía en lentejuela roja. Pero espero, que para muchos si haga sentido, por tratarse de la actriz que dio vida a Dorothy en la película “El mago de Oz” y la referencia a sus zapatillas rojas.
“Judy” es un drama biográfico sobre la cantante, actriz e ícono de Hollywood Judy Garland. También es el boleto directo para Renée Zellweger a una nominación al Oscar a la Mejor Actriz, un premio que seguramente espera ganará (Su primer Oscar fue por Actriz en papel secundario en 2003 por “Regreso a Cold Mountain). En esta cinta Zellweger interpreta a Garland a la edad de 46 años durante los tumultuosos meses antes de la muerte de Garland en 1969.
Antes que nada les puedo decir que será una sorpresa para todos los asistentes al cine el poder disfrutar de la exquisita actuación de Zellweger y la dirección de Rupert Gold aún cuando no sean admiradores de Judy Garland.
Adaptada de la obra de teatro de Peter Quilter “Al final del arcoíris” la cinta nos sitúa en el invierno de 1968 donde la legendaria Garland llega a Londres para realizar una temporada de cinco semanas con entradas agotadas en el show de variedades: “The Talk of the Town”. Han pasado 30 años desde que se catapultó al estrellato mundial con su visita al mundo de Oz, pero ahora su voz se ha debilitado, más no su intensidad dramática que se ha disparado por los cielos. Mientras se prepara para el espectáculo, lucha con los productores, encandila a los músicos y recuerda con amigos y admiradores, su brillante ingenio y calidez. Incluso sus sueños de amor parecen intactos mientras se embarca en un otro romance problemático con Mickey Deans, su quinto marido. Con algunas de sus canciones más conocidas, la película celebra la voz, la capacidad de amar y el puro entusiasmo de la “mejor artista del mundo”.
La historia de Judy Garland es una tragedia de la grandeza, a menudo contada, devorada por la fama, por la máquina del medio artístico, la adoración desmesurada del público y las malas decisiones personales. No hay nada nuevo bajo el sol en ese sentido, pero es bueno recordarlo para que futuras estrellas y el público mismo se den cuenta que no todo lo que brilla es oro ni glamour en el mundo del espectáculo. Las personas son mucho más complejas de lo que las biografías como esta pueden admitir.
El 2019 fue el 50 aniversario de su muerte, que precedió a los disturbios de Stonewall, la fecha de nacimiento del movimiento moderno de derechos de los homosexuales, por solo unos días. Para algunos, ambos eventos se conmemoraron en junio con la misma reverencia, lo que demuestra que el funeral de la Sra. Garland está vinculado para siempre, aunque sea dudosamente, a un grupo de “reinas” hartas que simplemente habían tenido suficientes redadas policiacas en el bar nocturno del vecindario de West Village. No por algo en la cinta hay dos personajes ficticios que son eternos admiradores de la mamá de Liza Minelli.
Siento que lo que la película aspira a retratar es la abrumadora necesidad de Garland de amar y ser amada, ya sea por sus parejas románticas o sus tres hijos o su multitud de admiradores.
Quizá algunos ya no quieran ver películas biográficas de estrellas de antaño pero en esta ocasión la actuación de primer calibre de la protagonista de las cintas “El diario de Brigitte Jones” y “Chicago” (cantando todas las canciones de “Judy” ella misma -ningún plaza y back-) harán que celebren el haber comprado un boleto para ver esta película.
Por Andrés Naime @Naiime