Los Fundadores del Dr. Diego Hernández
Constantemente en las universidades se suscitan reuniones, asambleas, protestas y discusiones entre jóvenes que alguna u otra forma funcionan como puntos de encuentro para cuestionar los órdenes preestablecidos. Esta época efervescente de ideas, romances, amistades y una continua duda sobre el futuro dotan a la juventud de una naturaleza memorable, pero también la transforman en una etapa crucial para tomar decisiones sobre el rumbo de la vida, que muchas veces son atravesadas por las condiciones económicas, sociales y familiares.
La ópera prima de Diego Hernández titulada Los fundadores articula lo anterior a través de la vida de tres estudiantes universitarios llamados Renee, Andrés y Diego, quienes comparten cierta incertidumbre sobre su desarrollo laboral debido a un desvío de los recursos por parte de las autoridades institucionales en Tijuana, Baja California. Esto último es fundamental para la película y para el propio argumento, ya que descentraliza la atención del espectador y la dirige hacia otras partes del país en donde los jóvenes, de la misma manera que en la Ciudad de México, enfrentan problemáticas similares, inquietudes políticas y la indiferencia de las personas del entorno, en un contexto quizá más pasivo.
Los fundadores nos adentra en la rutina de los protagonistas para generar un retrato sobre la realidad a la que muchos se enfrentan al ser estudiantes como la precarización y la falta de panorama laboral. Del mismo modo, la película discurre sobre los métodos que estos chicos emplean para hacer escuchar su voz y demandar sus derechos; no obstante, el ritmo que Diego Hernández propone se conjuga con la ambigüedad de la trama para generar un espacio ideal para la discusión, una indeterminación dispuesta para que el espectador juegue y valore lo que sucede en la pantalla.
El estilo de Diego Hernández reitera la importancia de filmar las particularidades de lo cotidiano, mirar con ojos curiosos la cercanía, y como sugería el escritor Rainer Maria Rilke: vivir las preguntas.
Texto: Diana Galán.