“El mensaje de “la familia unida jamás será vencida” y el carisma de Jason Momoa es lo que mantiene a flote toda la historia de Aquaman 2”
Dirigido por James Wan, el carísimo espectáculo de más de 200 millones de dólares, “Aquaman y el Reino Perdido” pretende ser el cierre de la vieja era para el Universo DC antes de que James Gunn y Peter Safran lo sometan a una reestructura muy necesaria. Y aunque no es pésima, tampoco es genial, esta nueva aventura se podría calificar como divertida a secas.
El argumento de Aquaman y el reino perdido se reduce al enfrentamiento de Arthur “Aquaman” (Jason Momoa) y su hermano Orm (Patrick Wilson) contra un Black Manta ( Yahya Abdul-Mateen II ) muy diferente al de la anterior película. Esto se debe a que, en su ansia por vengar la muerte de su padre y destruir a Aquaman, ha terminado aliándose tanto con el doctor Stephen Shin (Randall Park haciendo doblete con el Universo Marvel, donde encarna esporádicamente al agente Jimmy Woo) como con una entidad milenaria que termina poseyéndole y quiere acelerar el calentamiento global. Esta entidad es el enemigo final al que han de enfrentarse Arthur y Orm, trabajando juntos para alegría de su madre Atlanna (Nicole Kidman).
En esta secuela, todos los personajes de la primera entrega vuelven a la carga. Sí, también Mera (Amber Heard), aunque es cierto que el circo mediático y judicial por el que atravesó se refleja en el tiempo que aparece en la cinta, ya que se siente como un personaje desplazado y olvidado. El director políticamente correcto ha dicho que esta secuela no es “una comedia romántica de acción y aventuras” sino “una comedia sobre la unión de los hermanos” Arthur y Orm. Aún así, Mera tiene algunos momentos para brillar que, de hecho, son algunas de las partes más espectaculares de la película.
La película destaca bastante en lo visual. Los efectos visuales están bien realizados, aunque en algunos momentos se ven realmente falsos, pero el diseño de producción en general junto el tono, las escenas de acción y la dirección se ve destacan favorablemente. El guion está muy pobre y predecible pero es el carisma del elenco lo compensa y mantiene a flote. La película intenta explorar temas de hermandad, traición y redención, pero la ejecución es torpe.
Las extravagancias submarinas y las criaturas míticas de la película parecen salidas de un viaje alucinado visualmente impresionante. James Wan, conocido por su dominio de la fantasía y el terror, crea un espectáculo bonito, pero su grandiosidad a menudo parece un intento barato de distraer la atención del público ante su trama sin importancia.
La cinta de Aquaman y el reino perdido es redonda, nos presenta un principio y un final, y hasta el momento no se han anunciado planes de continuar con estos personajes en el corto plazo, por lo que podemos despedirnos de ellos. En varias entrevista para la nueva aventura de este superhéroe, Jason Momoa ha resaltado su profundo apego al universo cinematográfico de DC al afirmar: “Si hay un lugar en su mundo para mí, me encantaría ser parte de él. Esta es mi casa. Warner y DC son definitivamente mi hogar. Eso es todo lo que diré”. Su declaración refleja no sólo su compromiso con el personaje de Aquaman, sino también su deseo genuino de contribuir al futuro de la franquicia.
La realidad es que, si al público le encanta y la convierte en un éxito de taquilla, entonces existe una oportunidad para una tercera parte, pero por ahora no se puede predecir nada.