“Romper el círculo” resulta realmente conmovedora y con un mensaje poderoso de empoderamiento y amor que te atrapa de principio a fin. 

La adaptaciones de best sellers suelen no transladarse bien a la pantalla grande, pero en esta ocasión la novela de Colleen Hoover es extremadamente fiel a su material original y eso hace que “Romper el círculo” resulte gratamente adorable, fuerte y atrape al público con un guión y actuaciones fantásticas. 

Esta cinta nos cuenta la historia de Lily Bloom (Blake Lively), una chica que acaba de abrir un pequeño negocio en Boston cuando conoce a Ryle Kincaid (Justin Baldoni), un neurocirujano brillante, amable y atractivo que se queda totalmente embelesado con ella en una charla de azoteas digna de las mejores películas románticas actuales. Pese a su norma de no tener citas, y su aversión por adentrarse en relaciones amorosas, con Lily las cosas parecen ser una excepción para Ryle. A medida que su relación avanza, Lily se reencuentra con Atlas Corrigan (Brandon Sklenar), un amor del pasado que reabre heridas que parecían haber quedado atrás. Mientras Lily intenta construir una nueva vida que la haga feliz, pasado y presente chocan en un mismo escenario amenazando con destruir todo aquello por lo que ha luchado.

La frescura y fuerza, además de complejidad, que Blake Lively le imprime al personaje es Lily es sublime. Al igual que Baldoni, que podría considerarse como sería un príncipe azul de los antiguos cuentos de hadas y, más adentrada la cinta, Sklenar no se queda atrás. Lo que hace que caigamos redondidos por el triángulo amoroso de los adultos es realmente el romance juvenil que tuvieron los personajes de Lily y Atlas, interpretados por Isabela Ferrer y Alex Neustaedter, ya que es lo que todo lo que el primer amor debería ser… amor incondicional e inquebrantable. 

Un dato curioso es que el director de la cinta es el mismísimo Baldoni. Él cuidado con el tomo el libro de Hoover y la adaptación de Christy Hall fue estupenda. Es más, la autora pidió que los fans de la novela opinaran sobre el resultado final para que fuera realmente fiel al libro, y se nota. La fluidez de la narrativa cinematográfica de Baldoni es ágil y de ensueño, sin aburrir ni ser melcocha en ningún momento. Lily es un personaje complejo y su historia de vida aún más. Personalmente amo que al igual que yo, Lily de adolescente no deja de ver el programa de Ellen DeGeneres e incluso sea, sin saberlo, su confidente a través del diario de Lily. 

No hay manera de no conectar con la historia de la protagonista. Su vida no ha sido fácil pero logra salir de su pueblo natal y hacer su sueño de abrir una florería en Boston una realidad. Y a pesar de no ser muy buena en lo que al amor corresponde encuentra un hombre atento y detallista que la hace feliz. Obviamente lidiando con los fantasmas del pasado, buenos y malos, que vamos descubriendo a lo largo de la cinta. 

Los papeles secundarios decaen en las familias y amigos de los protagonistas. La madre de Lily, Jenny (Amy Morton) que vivió en un matrimonio lleno de violencia y que no supo cómo lidiar con ello. La adorable Alyssa Kincaid (Jenny Slate), la mejor amiga de Lily adulta y que juntas formarán una amistad sólida y llena de amor en Boston. 

Junto con la trama, el soundtrack resulta fabuloso con canciones como “Strangers” de Ethel Cain, “My tears ricochet” de Taylor Swift o “Cherry” de Lana del Rey. La cinematografía de Barry Peterson (quien recientemente fotografió “Calabozos y Dragones: Honor entre ladrones”) también es de hacer mención. Sus tomas de Boston como de el pueblo de Maine son hermosas. Las locaciones y sets lucen como de ensueño aún cuando en algunos momentos sean pesadillas. No impar si es una azotea, un restaurante o una vista aérea de la ciudad natal de Lily. 

La cinta hace reflexionar a la protagonista, y quizá al público, desde la complicada relación sus padres que la lleva a tener una difícil interpretación del amor propio, filial y de pareja, al verdadero significado del romance tradicional y las creencias necesarias para romper con los patrones nocivos su vida. Lo que hace que al terminar la película, quieres saber más de los personajes y hacia dónde se dirigen.