La nueva versión de “El conde de Montecristo” es simplemente magistral. Una soberbia adaptación, hermosa, ágil y cautivante de principio a fin. Sin duda alguna, una deleite cinematográfico.
Sin duda alguna la novela de Alejandro Dumas, “El Conde de Montecristo” es una de las novelas clásicas más difíciles de llevar al cine por la extensión del libro, pero la adaptación libre de Alexandre de La Patellièrie y Matthieu Delaporte es fabulosa. Con un estilo ágil, logra cautivarte y sumergirte en el universo de Dumas con gran maestría cinematográfica magistral que ni sientes las tres horas que dura la cinta.
La película cuenta la trágica historia de Edmond Dantès (interpretado por Pierre Niney), un joven y prometedor marinero que es falsamente acusado de traición y encarcelado en la temida isla/castillo/cárcel: Château d’If. Después de años de soportar penurias inimaginables, escapa y se reinventa como el misterioso y rico Conde de Montecristo, decidido a vengarse de quienes lo traicionaron. Sus intrincados planes de venganza apuntan a su antiguo amigo Fernand de Morcerf (Bastien Bouillon), al corrupto fiscal Gérard de Villefort (Laurent Lafitte) y al envidioso Danglars (Patrick Mille), cada uno de los cuales jugó un papel en su falso encarcelamiento. En el camino, la película también explora el profundo amor de Dantès por Mercedes (Anaïs Demoustier), quien ha seguido adelante con su vida al creerlo muerto.
Está hermosa cinta de La Patellièrie y Matthieu Delaporte se estrenó mundialmente con muchos elogios en el Festival de Cine de Cannes este año. Su elaboración logra dar vida a la literatura clásica francesa con grandiosidad, agilidad y suntuosidad. En Francia, la película ha sido un éxito de taquilla sin importar que se toma algunas modificaciones creativas en la adaptación de la trama que conocemos.
La dirección de fotografía de Nicolas Bolduc es impresionante, pues capta el marcado contraste entre los oscuros y opresivos confines del Château d’If y las opulentas y soleadas propiedades de la élite adinerada de Francia que narra la novela. Junto con directores, Bolduc, logran construir las emocionantes secuencias de acción de la película con sus momentos más introspectivos, profundizando en el poder destructivo de la venganza y la obsesión como lo hace Dumas en su novela.
Sin duda alguna es una cinta digna de admirarse y deleitarse en una sala de cine. El talento de todo el elenco y del equipo creativo demuestra nuevamente porqué la historia de “El Conde de Montecristo” sigue resonando con su moraleja y trama en las generaciones actuales.