Crítica “Nueva York Sin Salida”
De entrada el título en español quizá no sea tan llamativo como otras películas del protagonista Chadwick Boseman, mejor conocido como “Black Panther”, pero el título original “21 bridges” suena un poco más interesante y más porque es de conocimiento general que para entrar o salir de la isla de Manhattan existen solo 21 puentes.
Esta cinta dirigida por Brian Kirk (director de episodios de “Juegos de tronos”, “Los Tudor” y “Dexter”) podría uno pensar es una más del estilo “policias y ladrones” pero desde las primeras escenas se nota la calidad y la cuidada dirección de la misma. Y eso es por una bella toma sobre un dron que sale de una iglesia, donde están dando la misa del difunto padre del protagonista, hacia la calle donde cientos de policías uniformados al unísono presentan sus respetos al policia recién asesinado por unos delincuentes.
Después de esa secuencia arranca de lleno nuestra trama real donde muchos años después Boseman es un detective en Nueva York siguiendo los pasos de su venerado e valeroso padre. En su papel del detective André Davis, Boseman, tiene que encontrar a unos delincuentes que acaban de hacer una masacre al matar a 8 policías en lo que debía ser un pequeño robo a un restaurante donde escondían unos cuantos gramos de cocaína y resultan ser casi 300 kilos. Los dos ladrones de bajo perfil, interpretados por Taylor Kitsch y Stephan James, son perseguidos con toda la fuerza policial de Nueva York bajo el mando de Davis que para atraparlos antes de que puedan huir manda cerrar los 21 puentes que rodean a la isla.
Pueden esperar las típicas persecuciones en patrullas, corretizas por callejones y calles envueltas por la oscuridad de la noche pero hay algo más ahí. Los personajes de los delincuentes logran crear empatía con nosotros y quizá podríamos pensar que han sido victimas de una maquiavélica trampa que no sabemos a ciencia cierta cuál es. Davis no quiere matarlos al verlos solo porqué todos sus compañeros se lo dicen sino porqué son culpables; pero al ir descubriendo, a cada paso de la persecución, nuevas pistas del supuesto “pequeño” robo y la muerte de los oficiales su ética enseñada por su venerado padre lo lleva a llegar al fondo del caso y desenmascarar a los peces gordos involucrados.
Para no hacer de lado la narrativa de policías en pareja americana, muy a su disgusto, Boseman es emparejado con la detective de narcoticos interpretada por Sienna Miller que le advierte “puedes dejarme ayudarte o pelearnos todo el camino”. Juntos a fin de cuentas hacen una excelente pareja de defensores de la ley persiguiendo a los “malos” de la película.
La película no es que tenga enredadas vueltas de tuerca pero la trama, escrita por Adam Mervis y Matthew Michael Carnahan, si nos hace interesarnos en los valores morales del detective Davis y las motivaciones de los delincuentes. Es ahí donde la delgada línea de quienes son culpables realmente empieza a difuminarse.
Así que durante hora y media podrán disfrutar de un thriller policiaco sofisticado con excelentes actuaciones por parte de Boseman (que le está pisando los talones a Denzel Washington y Will Smith como héroe de acción) y Miller aunadas a una trama interesante hasta que salen los créditos finales.
Por Andrés Naime @Naiime