El Buen Mentiroso
Por Andrés Naime @Naiime
El simple hecho de tener en pantalla las actuaciones de dos grandes como lo son Helen Mirren e Ian McKellen vale el precio de la entrada al cine. Y si la trama además es interesante, que más puede pedir un cinéfilo asiduo. La cereza del pastel se encuentra en los brillantes actores ingleses Russell Tovey (Being Human) y Jim Carter (el mayordomo Carson de “Downton Abbey) como co-protagonistas de esta enredada “historia de amor”.
Todo arranca con una cita a ciegas realizada por los protagonistas. ¿Quién no ha dicho una mentira piadosa para conseguir una cita? Ahora si, quien esté libre de culpa que tire la primera piedra dirían en mi pueblo. Roy Courtnay (McKellen) es un viejito que hace una cita con una bella señora de su edad que recién enviudo, Betty McLeish (Mirren) por medio de una aplicación de encuentros. Lo “malo” de esta situación es que Roy es un estafador de primer mundo que solo busca robarle el dinero a quien se deje por medio de elaboradas estafas. Y cuando se entera que Betty es una millonaria no dejará pasar de largo la oportunidad para embaucarla para enamorarla. No importa si tiene que adoptar por un tiempo una vida “color beige” (así lo describe Roy) y ni siquiera si el nieto de ella, Steven (Tovey), tiene sus dudas sobre la relación tan apresurada.
La cinta dirigida por Bill Condon es la adaptación de la novela homónima del inglés Nicholas Searle realizada por Jeffrey Hatcher y es el perfecto guión para dos grandes actores de ya cierta edad. Uno como publico no puede dejar de pedir que el personaje de Betty en algún momento se de cuenta que está siendo víctima de un truhán pero al parecer las cartas no están a favor de la pobre señora millonaria. La mayor parte de la película somos espectadores de las grandes proezas fraudulentas que hace Roy mientras que Betty piensa ha encontrado un compañero para lo que resta de su vida.
Entrando en el tercer acto de la historia, la trama da un giro gigantesco que nos hace dudar sobre la “mentira” del titulo de la película. Dejamos atrás Londres y sus calmados suburbios para viajar a Alemania donde se introduce un pasado más oscuro y terrible en la vida de Roy durante los años 40s (cuando él vivía ahi en Berlín). Es ahí donde todo se desencadena en un impredecible final.
Son pocas las veces que vemos en la pantalla grande historias para personajes de la tercera edad producidas por los grandes estudios Hollywoodenses y eso es de agradecerse. Obvio no va a ser merecedora a un premio del gremio cinematográfico pero para nosotros, los mortales que amamos el cine, seguramente saldremos contentos de la sala cuando salgan los créditos por las actuaciones de estos señorones y por la impecable dirección de Condon que nos ha regalado en los últimos años su talento con las hermosas cintas: “Dreamgirls”, la reciente versión live-action de “Disney’s la bella y la bestia” y la saga de “Crepúsculo”. Así que no se dejen engañar por “la buena mentira” de creer sobre de qué trata esta cinta y descubran cual es con un combo de palomitas y refresco grande, ya que el arco dramático no termina hasta que la pantalla se va a negros para empezar con los créditos.