La Paloma y el Lobo.
Por Alejandro Guajardo Murrieta. @Alex_Guax
La violencia desde los susurros y el silencio de las víctimas.
En un país rodeado de tanta violencia como México, este se vuelve uno en donde muchos buscamos una salida, un escape pero siempre hay algo que derrumba internamente nuestro ser, el pasado, nuestro lugar de origen. Un lugar que no es seguro ni para el hombre, ni para la mujer. Una cueva de la que todos buscan una fuente de luz para huir. Carlos Lenin nos trae un relato de amor entre Paloma y Lobo que buscan sobrevivir en un territorio de violencia.
Esta, fue la última película que pude ver en el cine antes de que la pandemia sucediera. Una experiencia que simplemente mis sentidos no pueden olvidar, donde los personajes están atrapados en una atmósfera como nuestra cruda realidad, donde no existe el oxígeno de la paz y tranquilidad, están encerrados en estos muros creados por un territorio nacional en donde el olor a sangre y muerte entran por las fibras de sus espectadores. Buscando el amor entre ellos, una forma de salir de sus terribles trabajos, en donde solo están uno para el otro. Se acompañan íntimamente por estos momentos tan violentos que sufren constantemente.
En el filme, la violencia no está presentada de manera gráfica, sino sutilmente desde el silencio hacia los susurros, como las miradas entre la pareja representan el dolor, la tristeza y la oscuridad que cargan día a día. Un destello de luz entre los ojos, los momentos íntimos en el agua, que simbolizan la esperanza. La geometría de la fotografía que captura esto es hipnotizante , un juego visual entre la iluminación y las texturas, como si estuviéramos en un río enorme; el agua fluye con los planos de la oscuridad y la luz, a veces choca en piedras como la vida de Paloma y Lobo, que buscan nadar tranquilamente, tristemente su alrededor son las piedras que los lastiman.
Ante una ausencia no absoluta de diálogos y acciones son las imágenes y sonidos los que nos unen a las emociones que tienen ambos personajes en este viaje para buscar una luz, una esperanza de vida. El espectador caminará entonces en estas regiones naturales que nos presenta la película, conocerá el ambiente, se sentirá intimidado e incluso perseguido por las sombras que llevan cargando los personajes. Es una película sobre el perdón, el romper con uno mismo, separarse de tu origen, para buscar una mejor vida, un lugar seguro.