El éxito coreano llega a las pantallas mexicanas: “Desastre: 500 metros bajo tierra”
Ya estrenó en cines la cinta “#Desastre: 500 metros bajo tierra” del joven director Kim Ji-hoon. De primera impresión al ver el póster uno podría jurar es una cinta de Hollywood pero la realidad es una mega producción hecha en Corea Del Sur.
La trama arranca con el oficinista Dong-won (KimSung-kyun) mudándose a un departamento en Chungwoon Villa, un edificio de apartamentos económicos, en Corea del Sur. Después de ahorrar por más de diez años por fin pudo comprarlo para criar a su hijo junto con su esposa. Pero no todo resulta felicidad ya que tiene un vecino odioso y el edificio tiene muchos defectos ocultos. Después de una tormenta torrencial el edificio cae en un sumidero a más 500 metros de profundidad donde la mayoría de los residentes quedan atrapados en edificio hundido.
Esta gran producción tiene como base la obsesión de los habitantes de Corea del Sur con ser dueños de un inmueble propio. Todos estos elementos acaban siendo una mezcolanza destartalada entre sátira social, drama, comedia, tragedia y un desastre subterráneo digno de una cinta de Vince Diesel.
Queda claro que los gustos cinematográficos orientales no encajan bien con los occidentales. Uno no sabe si reír, o llorar, de lo falso que resultan las situaciones en que ponen a los protagonistas. No está de más mencionar que los valores de producción son bastante buenos y eficaces. Pero la dirección de actores, o más bien su tono, resulta falso y los asistentes al cine acabamos con una cara de incrédulos sin saber si debemos reír, llorar o asustarnos ante las actuaciones de los protagonistas.
Después de retrasarse casi un año debido a la pandemia, la película vendió un millón de boletos en solo seis días en su país, convirtiéndose en el éxito nacional de mayor venta en 2021. Esto es de esperarse ya que la cinta previa de Ji-hoon, “El rescacielos”, fue un rotundo éxito de taquilla allá. Y por ello no hay duda que un distribuidor como @darkside la promueva internacionalmente.
Pero sinceramente no creo que sea para un público mexicano. No hay nada con que conectar emocionalmente ante lo ridículo que parecen las escenas, no importa sean de comedia o tragedia. La música instrumental seleccionada para la cinta no encaja con lo que estamos viendo en pantalla. Por ejemplo, están en una escena de carga emocional tensa y la música parece que fue tomada de un capítulo de “El chavo del ocho”. O en escenas al parecer cómicas ponen orquestaciones sinfónicas y épicas. Realmente parece que nos están tomando el pelo a la audiencia.
Así que, si asisten a verla, tomen en cuenta que el estilo de contar historias en Corea, es totalmente opuesto a lo que estamos acostumbrados. Y quizá pensemos que es una cinta de acción pero realmente es una comedia de humor involuntario para nuestros gustos mexicanos.