La nueva interpretación musical de “El color púrpura” sigue resonando por su fuerza, perseverancia y solidaridad femenina.
Llega febrero y comienza una avalancha de estrenos. Uno de ellos es muy sonado por ser un remake de una musical multipremiado de Broadway que a la vez se basa en una película multi premiada y ella a su vez del libro ganador del Pulitzer en 1982.
“El Color Púrpura” es la historia de Celie (interpretada en su juventud por Phylicia Pearl Mpasi, y en su edad adulta por Fantasia Barrino, ganadora de “American Idol”). Cuando era niña, Celie y su hermana Nettie (Halle Bailey) jugaban en la costa, chismorreando y cantando sobre un gran árbol. Están completamente inmersas en el juego de la niñez, pero sólo cuando están en soledad la una con el otra. En casa está su padre abusivo y sus vidas gobernadas por su opresión. Celie, embarazada por segunda vez, primero debe soportar que su padre venda a sus bebés, luego debe soportar que su padre la trate con el mismo desprecio, subastándola como esposa a un vecino que le conoceremos solo como Mister (Colman Domingo). Lo que encuentra con Mister no es un escape sino un traslado de un hogar violento a otro.
Cuando Nettie se escapa y huye del pueblo, las hermanas pierden el contacto y, sin hermana, sin familia cercana y sin hijos, Celie se queda sola a través de las desalentadoras décadas venideras. Su marido, abusivo en todos los sentidos de la palabra, está enamorado de otra mujer, Shug Avery (Taraji P. Henson), una cantante de blues “hermosa y relajada” que nunca permanece demasiado tiempo en un mismo lugar. El único consuelo que encuentra Celie es la lejana esperanza de que su hermana y sus hijos estén vivos en algún lugar, y el apoyo de Shug y Sofia (la nominada al Óscar Danielle Brooks), su valiente y decidida nuera.
En el momento en que Sofia hace su entrada triunfal en esta nueva versión del director Blitz Bazawule, hablando mal con el intimidante Mister en un bar exclusivo para hombres, aporta una elevada seguridad en sí misma a la película justo cuando más lo necesita. Sus breves apariciones son lo único que necesitó para ganarse la nominación a los Premios de la Academia. La franca y confiada Sofía no es solo la antítesis del personaje de Celie, sino que también es su compañera, el bastón que guía la representación de la fuerza femenina afro americana a lo largo de su narrativa. Brooks conoce al personaje como la palma de su mano, ya que la interpretó en Broadway en la reposición teatral del musical en 2015. Y ahora se nota se le dio la libertad de enriquecer aún más al personaje en esta nueva adaptación cinematográfica.
Quizá para quien no guste de los musicales, ver actores, bailando y cantando en escenas que deberían estar hablando no es cómodo, pero son contadas las ocasiones. En esta cinta todo parece estar a la medida. Música, texto e imagen. Para mi gusto quizá falta mucho del dolor del personaje de Celie se palpe y después desaparezca para hacer que esta película funcione realmente en la vida de todos los espectadores. No por algo este personaje hizo que Walker ganara el Pulitzer por su novela, convirtiéndose en la primera mujer de color en ganar el premio de ficción. Pero lo hermosa visión del director con baile y experimentados actores hacen que pasemos por alto ese detalle y entendamos rápidamente la moraleja de la historia. Resiliencia y fe ante la vida.
Lo maravilloso de un texto poderoso es su habilidad de sostenerse como escudo, y a la vez, espejo ante los momentos en los que todos podemos sentir dolor y tristeza, porque eso es lo que la vida contiene además de los momentos alegres. Y no dejarnos vencer. Esa es la única manera de sobrevivir en la vida. Pasaremos por algunas montañas y algunos valles y algunas pruebas y tribulaciones. Todos hemos pasado por ellos; y en mi caso particular, he visto a mujeres en mi vida pasar por ellos y superarlos. Y admirarlas por ello.
Eso hay que aplaudir de esta nueva interpretación musical de “El color púrpura” que sigue resonando a través de las generaciones por su fuerza, perseverancia y solidaridad femenina.