La cinta animada “Mi amigo robot” te dejará enamorado de la vida y la amistad misma. Quizá con una o dos lágrimas al salir de la sala.
Sin importar los resultados de los premios Oscares, todavía puedes disfrutar en la salas de cine, la nominada a largometraje animado, “Mi amigo Robot” del director de “Blancanieves”, Pablo Berger. Una película que te dejará huella en el alma por todo el corazón con que está hecha. Te hace pensar en la naturaleza de todas las relaciones humanas, sus ciclos, sus ilusiones y sus tristezas… todo en una sola película.
La trama sigue la historia de Dog, un perro solitario que vive una vida tranquila en un Manhattan muy estilo “Zootopia” en los ochentas. Un día que se siente nostálgico por su soledad encarga un robot cuando ve un infomercial por televisión. Lo arma y lograr dar vida a un amigo amable, fuerte y flexible con una gran sonrisa y ojos increíblemente expresivos. Su vínculo instantáneo y honesto les permite disfrutar juntos de un verano inolvidable, solo para separarse involuntariamente en una visita a la playa. Incapaz de encontrar una manera de llevarse a Robot a casa con él, Dog deja atrás a su querido amigo hasta meses después que pueda volver ahí.
Uno podría ser escéptico y pensar “una cinta de caricaturas no me pondrá de cabeza el corazón”. Les respondo de inmediato: si puede y los dejará reflexionando sobre sus relaciones afectivas con todos a su alrededor. Los sentimientos que Berger logra obtener con la cinta son increíbles. Ríes, lloras, te cuestionas y también quizá te cambie el comportamiento. Quizá hasta el término infantil vendría a la mente al ver el cartel. Y si, pero en el sentido de que los problemas y resoluciones se ven con una mirada inocente y libre de prejuicios. Si el final es totalmente coherente, también es complejo: uno como adulto lo vivirá con un nudo en la garganta y sorprendidos; un niño entenderá que el tiempo cura las tristezas y forma nuevas formas de felicidad.
Como no hay diálogo en la película, los actores de voz son acreditados pero no asociados con un personaje determinado. No hablan, solo emiten sonidos. Algo que en sí es todo un personaje es la música que nos acompaña por toda la hora y media de duración. No hay forma que uno no salga tarareando “September” de@ grupo “Earth, Wind & Earth”. El trabajo de sonido y la música original de Alfonso de Vilallonga para la película son excepcionales y con ellos se acompaña a estos dos personajes y a las decenas de habitantes de Nueva York que aparecen en esta historia.
Así que prepárense para ir al cine a ver una gran película que de seguro les sacará una o dos lágrimas al salir de la sala.