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Notas

Tepeji 22 – El día que conocí a Alfonso Cuarón, director de ROMA.

Alfonso Cuarón y la autora.

Texto de Ana Carrillo (@ana_evangelion)

Quiero contarles de cuando conocí a Alfonso Cuarón. Bastante afortunada ya me sentía con mi nueva casa, no habíamos terminado los arreglos cuando un día me abordaron unas personas para explicarme que había un proyecto en marcha que implicaba filmar durante algunos días en mi calle. Poco a poco nos fueron contactando a los vecinos y nos daban la información a cuentagotas, hasta que un día se hizo una junta con el equipo de producción donde nos explicaron a más detalle que Alfonso Cuarón estaba realizando un proyecto semiautobiográfico y que al haber vivido en nuestra calle de niño, era muy importante para él filmar precisamente aquí.

Así lucía Tepeji 22 antes del inicio de la grabación de ROMA.

Aunque ese día no pude conocerlo en persona, el proyecto me entusiasmaba mucho, no podía creer la suerte que tenía de haber conseguido mi casa soñada en un lugar y momentos tan precisos.

Unos días después vi a un grupo como de cinco personas caminando por mi calle. Iban y venían de arriba abajo mientras platicaban y tomaban notas. No reconocí a Cuarón hasta que lo vi sacar un lente de cámara y ponerse a ver las casas a través de él. Estaba mucho mas delgado de lo que yo lo recordaba, pero definitivamente era él y estaba preparándose para la filmación.

Primer visita de Alfonso Cuarón a la calle de Tepeji antes de comenzar el rodaje de ROMA

Durante un par de horas lo vi creando y trasmitiendo sus ideas a su equipo. No quería interrumpirlo en su proceso y disfrutaba la fortuna de presenciar algo tan especial. En algún momento vino el camión de la basura y un vecino un tanto mayor se detuvo, con todo y su basurero, para reclamarle directamente a Cuarón que no estaba de acuerdo con que se filmara en su calle y cuestionarlo sobre el tipo de película que filmarían y todo lo que eso nos implicaba a los vecinos. Cabe aclarar que el señor no había asistido a la junta donde se nos había informado a detalle del proyecto.

Entre señalamientos y preguntas, el vecino les cuestionó quiénes eran ellos como equipo y quién era el responsable del proyecto. Cuarón lo dejó hablar mientras escuchaba con paciencia en un estado muy tranquilo. Ante los cuestionamientos del vecino contestó algo más o menos así:

  • Buenos días. Permítame presentarme: yo soy Alfonso Cuarón y éste es mi proyecto. Lamento mucho que mi equipo no se haya puesto en contacto con usted para explicarle mejor y aclarar sus dudas, pero con mucho gusto yo le contesto lo que necesite.

En seco se calló el vecino, no se había percatado de con quién hablaba y necesitó un momento para absorber la información mientras incrédulo preguntaba “¿Usted es Cuarón?, ¿El ganador del Oscar, ese director de cine, Cuarón?”…

  • Así es, yo soy Alfonso Cuarón y con gusto le platico. Fíjese que estoy realizando un proyecto sobre el México de mi infancia y como yo viví en esta calle, me es muy importante filmar aquí.

Alfonso Cuarón explicando su plan para filmar ROMA en la calle de Tepeji

En un instante el vecino pasó de su inconformidad a la sorpresa y a la emoción. Cuarón le mostró la casa en la que había vivido y se pusieron a contar anécdotas sobre los vecinos que tuvieron en común hacía ya algunas décadas, mientras le platicaba de manera personal lo que la película representaba y cuál era su visión; por ejemplo, le platicó que había vivido en la casa marcada con el número 21 pero que filmaría en la casa de enfrente (Tepeji #22) porque quería filmar usando únicamente luz natural y por la posición del Sol no le funcionaba filmar de ese lado de la calle.

Grabación de Roma en la calle de Tepeji
Tepeji 22, Col. Roma
Tepeji 22, Col. Roma
Tepeji esquina con Monterrey, Col. Roma

Un par de meses después, estaría presenciando la transformación de mi calle: rediseño de fachadas, montaje de un taller mecánico, colocación de carros de época y demás detalles que nos hicieron viajar en el tiempo. Pude ver, a ratos desde mi casa y a ratos a sólo metros del equipo de grabación, a este genio y su búsqueda de la perfección. Fui testigo de la cantidad de veces que se repetía una escena porque había fallado o faltado algún detalle. No es exageración que digan los actores de Hollywood que una escena requiera de aproximadamente treinta tomas…

Al final de los cinco días de grabación, la calle y nuestras vidas regresaron a la normalidad, pero yo viví una experiencia que nunca olvidaré. Por cierto, luego de terminar de platicar con el vecino enojado, pude pedirle su autógrafo y tomarme una foto con él.

Ve aquí el tráiler oficial:

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