“Problemista” llega como una comedia inteligente para incitarnos a luchar por nuestros sueños aún cuando el resto de las personas piensen son inalcanzables o, que quizá, solo estés buscando problemas a casa paso.
Por fin llega a la pantalla grande el debut cinematográfico de Julio Torres reconocido por escribir sketches cómicos para SNL y la serie “Los Spookys” y que se sumerge al séptimo arte como guionista, director y protagonista de la cinta “Problemista”. Una cinta que podría competir con la locura visual de otras películas como “Barbie”, “Doctor Strange en el Multiverso de la Locura” o incluso la aclamada “Todo en todas partes al mismo tiempo”, que retratan simultáneamente el mundo real y el mundo fantástico de la imaginación del personaje central.
En este caso tenemos a Alejandro viviendo en Nueva York siendo originario de El Salvador, donde su madre artista parece haberlo criado para que no conociera ningún problema del mundo adulto. Para poder trabajar en EUA consigue un trabajo en una corporación criogénica y así mantener su visa de trabajo para que no lo deporten en lo que consigue su trabajo de ensueño: imaginar juguetes para Hasbro. Los problemas inician cuando tropieza con un cable y desconecta una cámara criogénica y lo despiden por ello, a pesar de que la volvió a enchufar.
Para ilustrar la burocracia del sistema de inmigración de EUA, Torres, nos la presenta como una serie de cuartos sin salida (piensen en cualquier Escape Room que hayan visitado) pero interminable donde Alejandro tiene un breve período de tiempo para conseguir otro trabajo antes de verse obligado a regresar a su país natal.
Aquí es cuando Tilda Swinton entra en escena interpretando a Elizabeth, una crítica de arte casada con Bobby (interpretado por el actor RZA), el hombre de la criocámara cuyo cordón Alejandro desenchufó. Ella necesita un asistente personal y él, por gajes del destino es el indicado. Ella firmará su patrocinio que le permitirá quedarse en los EUA, pero sólo si él la ayuda a montar una exposición de las pinturas de Bobby.
El resto de la trama veremos las peripecias que Alejandro debe solucionar para obtener todo lo que desea. Quizá todo es un poco extraño pero tiene sentido para el contexto de la película donde es el mundo fantasioso de la mente de Alejandro y bien puede aplicarse a la vida real. Justo ahí vendrá el punto de conversación al salir del cine, a muchos quizá le parecerá ilógico e irreal todo y a otros fascinará con la diversidad y velocidad con la que Torres nos ataca con escenas de probables escenarios de todo lo que sucede o puede llegar a suceder.
Y para resaltar este tono onírico o de fantasía todo el equipo de producción están en el mismo tono que el de Torres. La dirección de fotografía de Fredik Wenzel salta de lo real a lo fantástico con sorprendente facilidad. Las tomas alocadas para enseñar la inestabilida del personaje de Swinton son fantásticas, en verdad crees que es un dragón que se convertido en humana que se la pasa devorando a quien le lleve la contra. La divertida banda sonora de Robert Ouyang y la dirección de arte de Jasmine Cho también juegan con esta dualidad de realidad/fantasía de la mente de Alejandro. Pasamos de manera vertiginosa de un estilo a otro perfectamente adecuada a las ideas de Ale. Amé como se imagina la mente de Alejandro como funciona “Craigslist” ofreciendo trabajos para cualquier índole en forma de “un genio de la lámpara” muy al estilo de Aladino. Quizá lo único que me saltó fue que toda una secuencia de fetichismo sexual no es abordado por el guión con el peso que debería una situación de esa magnitud para el protagonista.
En fin, “Problemista” llega como una comedia inteligente para incitarnos a luchar por nuestros sueños aún cuando el resto de las personas piensen son inalcanzables o, que quizá, solo estés buscando problemas a casa paso.