“Caras vemos” es la elección perfecta para ir a reír al cine este fin de semana y salir de la sala con un mensaje de empatía familiar. 

Cuando la brecha generacional entre padres e hijos se dan muchas situaciones incómodas, difíciles y llena de conflictos. La película “Caras Vemos” ofrece un ejemplo de cómo la empatía y la comprensión pueden crecer incluso entre padres distanciados e hijos con muy diferentes personalidades. 

En la trama la pequeña de la familia, Zoe (Pau Mena), hace un deseo a los dioses sobre cómo le gustaría su familia fuera distinta. Al día siguiente todos los miembros de la familia tiene su espíritu intercambiado con otro miembro de la familia. Lo cual ocasiona muchos momentos de diversión total cuando cada uno trata de encajar en el diario vivir del otro en lo que encuentran como regresar a sus cuerpos correctos. 

Sin lugar a duda desde los primeros minutos nos damos cuenta que Bruno Bichir y Mariana Treviño tienen una vis cómica fabulosa como los padres de esta singular familia y al segundo empatizas con ellos. Lo que hace de esta cinta una comedia deliciosa es ver a los protagonistas demuestran sus grandes dotes actorales para interpretarse los unos a los otros a la perfección. Es sencillamente hilarante y entretenida, dejándonos claro que solo hay que empatizar los unos con los otros para lograr la unión familiar. Una excelente elección ver en familia y reír este fin de semana.

Gracias a este intercambio de vidas todos pueden darse cuenta que son una familia unida y que solo quieren lo mejor para ellos. Sin grandes efectos especiales más que los gestos, manerismos, entonación de voz y formas de vestir, Bichir, Treviño y el resto de los actores se lucen. Los hijos adolescentes (María Paleta y Luis De La Rosa) al igual que Menna tienen grandes momentos cómicos. 

Quizá todos estos grandes momentos se debe a que el guión fue escrito por el guionista y productor, Charlie “el huevo” Barrientos, quien ha escrito sketches para la popular serie de comedia de youtube, “Backdoor” y recientemente la película de “El Roomie”. La dirección de Beto Gómez es ágil y sencilla, pero lo más importante, se le agradece su mensaje de escuchar como un acto de amor y abrir nuestros corazones a la empatía a nuestros seres queridos. 

Nada mejor que una comedia blanca para terminar el verano y regresar con mucha energía positiva a clases.