Generalmente las cintas biográficas suelen ser un poco lentas y sin mucho pero “La viuda de Clicquot” resulta ser una historia impresionante de valor y pasión sobre la fundadora del imperio del champán.
Sin ningún objetivo secundario más que educarnos sobre la vida de Barbe-Nicole Ponsardin, mejor conocida como “La viuda Clicquot” quien con mucho ingenio y trabajo fundó el gran imperio del champán, se convirtiéndose en una de las mujeres más ricas de su época.
La historia transcurre en 1770 y está protagonizada por Haley Bennett en el papel de Barbe-Nicole, cuyo marido, François (Tom Sturridge), muere cuando ella tiene tan solo 27 años. Sin embargo, está decidida a mandar y quedarse con la finca donde se elaboraba el vino (donde ella y François habían estado experimentando con los viñedos para lograr nuevos sabores desde su casamiento arreglado a la edad de 21) y de vendérsela a un competidor, Monsieur Moët (Nick Farrell).
Todo sus conocidos, incluyendo su propia madre, le dicen “¡las mujeres no hacen este tipo de cosas!”. Pero ella logra convencer a su suegro (Ben Miles) de que es conocedora de las viñas, es mas, que François está en las viñas (ambos les hablaba y cantaban) y que las viñas merecen estar bajo su cuidado. El acepta por el afecto que le tiene y por la memoria de su difunto hijo.
La dirección de Thomas Napper arropa con suma fidelidad la historia del libro homónimo de Tilar J. Mazzeo y nos lleva navegando entre la vida como viuda de Barbe-Nicole y recuerdos de cómo se enamoró al formar una familia al lado de François. Logramos admirar la manera en que logró prosperar evitando las guerras napoleónicas y vendió la marca a la nobleza rusa. Con sus proezas como administradora y experimentación química de cultivos logró llegar al balance perfecto que todavía se usa en la elaboración del champán; gracias a ella existe y le puso su sello distintivo de un lazo amarillo en el cuello de la botella. Un breve epílogo confirma que, a principios del siglo XIX, la viuda revolucionó el arte de elaborar champán y que la marca Veuve Clicquot sigue brillando dos siglos después.
La actuación de Bennett es sólida y conmovedora mientras vemos a su personaje luchar contra los prejuicios de su época sobre la condición de las mujeres tanto laborales como sentimentales. El carisma de Bennett presente en todas las escenas de la cinta logra transmitirnos como el amor, a su esposo y los viñedos, la llenó de valor y pasión para salir adelante en un mundo controlado por hombres y como logró soportar la “locura” que ocasionó la muerte a François.
Para cuando llegamos al final de la cinta tenemos una visión más completa de una mujer adelantada a su época y que el champán que creó es tan merecido para las celebraciones importantes como para celebrar la vida de esta viuda que quizá nunca supimos de ella.