“Beetlejuice Beetlejuice” es una excelente secuela llena de humor negro donde Tim Burton se mantiene fiel al espíritu ingenioso y loco de la primera cinta.

El regreso de Michael Keaton como el  amado ente “Beetlejuice” hace que esta secuela sea de las más esperadas del año por parte de los cinéfilos de hueso colorado. La dirección de Tim Burton ha madurado y ofrece un excelente entretenimiento familiar haciendo lucir en todo momento a los personajes originales de Winona Ryder y Catherine O’Hara y los nuevos interpretados por Jenna Ortega, Monica Belluci, Justin Theroux y William Defoe. 

La trama de “Beetlejuice Beetlejuice” comienza unos días antes de Halloween haciendo que Lydia Deetz (Ryder), su hija Astrid (Ortega) y la abuela Delia (O’Hara) tengan que hacer un funeral por el fallecimiento de su patriarca, Charles, en su antiguo pueblo de Winter River. Lydia ya no es la adolescente gótica de la primera película, ya es una adulta y está sacando provecho de su habilidad de ver a los muertos con un exitoso programa de televisión en el que investiga las casas embrujadas de otras personas. El único fantasma que no quiere ver es a Betelgeuse (Keaton), el asqueroso demonio con el traje a rayas blancas y negras, a quien últimamente ha estado viendo en flashes, provocándole ataques de pánico y preocupando a su novio Rory (Justin Theroux), de quien todos, excepto Lydia, pueden ver que es un antipático explotador de su habilidad y manipulador.

Mientras tanto en la burocracia del mundo de los muertos, Betelgeuse sigue fantaseando casarse con Lydia mientras trabaja de supervisor del Call Center de quejas, operado por los Shrink Heads, hasta que se entera de que su ex esposa Delores (Bellucci), una bruja chupa-almas se encuentra de regreso y lo está buscando. Ambos mundo se unen cuando Astrid va al mundo de los muertos en busca de su padre muerto y Lydia tiene que irla a buscar. 

Lo que más atrae de ver esta secuela es la nostalgia de lo maravillosa que fue la primera cinta que se estrenó hace 36 años. Para las audiencias que no tuvieron la suerte de verla, ahora existe una nueva posibilidad para descubrir estos simpáticos personajes y el estilo tan característico de Tim Burton. Las actuaciones de Keaton, Ryder y O’Hara se mantienen sólidas aún con el paso del tiempo. Betelgeuse sigue siendo tan sarcásticamente adorable como antaño.  Ryder es fantástica en cualquier personaje y aún cuando se puso los zapatos de Lydia a los 18 años de edad, seguimos viendo a la niña gótica y rebelde de la cinta original. O’Hara tiene ahora un personaje más redondo y amplio y se encarga de sacarle lo mejor de su arco dramático para seguir adorándola. 

El guión de Alfred Gough, Miles Millar y Seth Grahame-Smith respeta claramente a los personajes creados originalmente por Michael McDowell y Larry Wilson. Además de la mano del director original, Burton, nos adentramos en la trama de una manera ágil y con muy buen ritmo ya que es un territorio conocido. La dirección de fotografía de Harris Zambarloukos ofrece un inframundo colorido lleno de neones a la par de un hermoso estilo cálido para el pueblo de Winter River, que vista en IMAX, uno puede apreciar un hermoso abanico de colores digno de un mundo de Tim Burton. El flashback en italiano del matrimonio de Betelgeuse con Delores es una joya. 

Para tener su momento musical icónico en esta secuela, como en su tiempo fue la canción de “Day-o (Banana Boat Song), Burton escogió la canción de Donna Summer, “MacArthur Park”, en la voz de Richard Harris. El resultado es una hilarante posesión musical de parte de Betelgeuse para tratar de enamorar a Lydia en una iglesia. 

El papel de Delores parece un hermoso homenaje a otro de los personajes del mundo de Burton: Sally de “El extraño mundo de Jack”. Belluci abraza el personaje de este espíritu vengativo con tal gracia que es un deleite verla flotar por el mundo de los muertos causando revuelo sin par. 

Así que agarren a toda la familia para pasar un gran día en el cine viendo las nuevas aventuras de Beetlejuice. Esta nueva entrega está llena de humor, risas y momentos inolvidables a la altura de cualquier cinta proveniente de la brillante mente de Tim Burton.