Cleo y su Roma
Por Diana Alarcón Elizondo
@dianapat23
En muy pocas semanas la película Roma ha conquistado tanto al público como la crítica en todo el mundo. Para los que aun no la han visto, puedo decirles que no es una cinta convencional, por lo tanto no se vayan con la idea de que es la historia de una trabajadora del hogar y su patrona como muchos podrían llegar a pensarlo.
Roma se llama justamente así porque se rodó en la Colonia Roma, una de las zonas más emblemáticas de la ciudad de México, en donde en aquellos años se asentaba la clase media-alta de la capital mexicana.
Inspirada en la infancia de su director Alfonso Cuarón, quien también dedica la película a “Libo” (Liboria Rodríguez), una mujer de origen mixteco que comenzó a trabajar con ellos cuando el director era un bebé, cuya historia de vida sirvió como base para la película. Roma cuenta la historia de Cleo, interpretada por Yalitza Aparicio, ahora actriz pero antes maestra de preescolar en su natal Oaxaca. Durante la cinta vemos su ir y venir, donde a pesar de sus largas jornadas de trabajo y ser el alma de la casa, también toma el papel de una segunda madre para los niños que ahí habitan por lo que se establece un vínculo de amor y complicidad entre todos ellos.
La película es ambientada en los años setenta y está plagada de miles de detalles de esa época: las calles, los autos, los spots de radio, la abuela regañona, los “Gansitos”, el regateo de precios, el paletero, el afilador, las historietas de “Periquita”, los globos y mil y un detalles más. Todo esto hace que la nostalgia sea un ingrediente presente durante toda la película, además de que la filmación fue en blanco y negro como un gesto de añoranza, una forma de revivir aquellos años.
El mensaje de Roma es la reflexión sobre la vida a través de momentos tan sencillos y cotidianos, pero tan llenos de simbolismos: los aviones, el agua, todo tiene un por qué. Cleo es la representación de muchas mujeres con necesidades, conflictos, vida interior y un fiel retrato de las realidades, las alegrías, tristezas y la vida cotidiana de una trabajadora doméstica. Es un testimonio desgarrador, pero esperanzador a la vez, para erradicar las desigualdades sociales y generar un trato justo y mejores condiciones de trabajo para todas ellas.
Desde el punto de vista de una persona que vivió (y vive) con buena posición económica en México, y que está acostumbrado a tratar a la gente de servicio y empleados como objetos, podría no ver mas que una película aburrida y sin chiste. Para una sirvienta o alguien de clase obrera de esa época (y de esta también), probablemente reflejará algún sentimiento de rencor hacia un México socialmente injusto y cruel como hasta el día de hoy ha sido. Para los demás, les aflorará simplemente el sentimiento y el reflejo más genuino de la cultura mexicana.
Se vea por donde se vea, esta película es una obra de arte, donde el sentimiento de tristeza o melancolía al vivir esos largos silencios de Cleo. En Roma Cuarón supo retratar tan bien a ese México injusto pero también cálido y alegre.
Tardé mucho tiempo en decidirme a ver Roma, quería verla en una sala de cine y vivir toda esa experiencia de sonidos y emociones junto con muchas personas. Durante las dos horas que duró la película Roma en la sala 1 de la Cineteca Nacional, no se oía ni el crujir de las palomitas, un silencio y un deleite sublime el que vivimos… el que nos dejó minuto a minuto la nostalgia por los tiempos de antaño seguramente.
ROMA = AMOR es una declaración de amor a esas personas que se entregan en cuerpo y alma.