“Thelma: una abuela en acción” te hará reír, llorar y robarnos el corazón con gracia y elegancia. Gracias a un guión tan original, la actuación de June Squibb es la más más encantadora del año. 

“Thelma: una abuela en acción” es un bombón de película. En tan solo los diez primeros minutos de historia, ya estás metido hasta el cuello en la trama y quieres saltar a la pantalla para ayudar la protagonista a lograr su “misión imposible”. Josh Margolin editó, escribió y dirigió esta película, marcando su debut cinematográfico inspirado en su abuela (no dejen de ver la escena post créditos).  

La cinta arranca mostrándonos la apacible rutina diaria de Thelma Post (June Squibb) y la visita de su adorado nieto Danny (Fred Hechinger). Danny ayuda a Thelma a usar su computadora y checar sus correos electrónicos, se asegura de que use su pulsera de alerta médica y miran una de las películas de “Misión: Imposible”, para evitar la depresión por la que está pasando por “darse un tiempo” de su novia, Allie (Coral Peña).

Una vez que está sola, Thelma cae en una estafa telefónica que la hace creer que Danny está en problemas. Intenta ponerse en contacto con su hija Gail (Parker Posey) y su yerno Alan (Clark Gregg), pero ambos no pueden atender las llamadas. Angustiada por la posibilidad de que Danny esté en prisión, le manda a un “abogado” que según lo ayudará diez mil dólares en efectivo y los envía por correo a un apartado postal.

Cuando Gail y Alan reciben finalmente los mensajes de Thelma, pueden comunicarse con Danny que por supuesto está bien. Thelma descubre que la estafaron, y aún cuando la policía y su familia le dicen que lo olvide, se lanza en una misión para recuperar su dinero inspirada por Tom Cruise y sus películas. Para no pedirle ayuda a su familia, le pide a su amigo Ben Halprin (Richard Roundtree) su carrito motorizado para lanzarse a recuperar el dinero. Juntos hacen una pareja dispareja pero seguramente se la arreglarán sin importar que son adultos mayores. 

Todas las actuaciones en la cinta son perfectas. June Squibb es encantadora de por si, pero gracias a un guion tan original por parte de Margolin, su actuación es brillante. Y todas las situaciones por las que atraviesa a sus 93 años son tan enternecedoras que harán que veamos a nuestros abuelos con más dulzura.

Esta hermosa comedia no solo te hace reír, sino que te impulsa a tomar más en cuenta el tema sobre cómo cuidamos y escuchamos a nuestros adultos mayores.