“Venom: El último baile” se mantiene fiel a ser una comedia que explota el “Bromance” de Eddie y su simbionte Venom hasta las lágrimas mientras se adentran a la culminación de su trilogía.
Con escenas de baile, varias situaciones graciosas, y mucha acción “Venom: El último baile” cierra la trilogía de Venom. Escrita y dirigida por Kelly Marcel, quien hace su debut como directora después de haber escrito las dos primeras cintas, nos entrega una tierna resolución para el “Bromance” que hemos visto formarse durante estos últimos seis años. Aún cuando en las cintas la trama solo ha abarcado un año.
El cierre de la historia de Eddie y Venom arranca con un prólogo mostrándonos a un villano oscuro llamado Knull (Andy Serkis) que nos cuenta fue encarcelado en una prisión cósmica por sus creaciones, los simbiontes. La única forma de escapar y vengarse es encontrar el Códex, una llave que está unida a un simbionte y que se forja solo cuando dicho simbionte devuelve la vida a su anfitrión. Habiendo hecho eso por Eddie (Tom Hardy) en la primera cinta, Venom, el Códex ahora vive dentro de ellos. Knull envía a través de todos los universos a sus creaciones que matan a los simbiontes, las xenófagas, para encontrar en cual parte del multiverso se encuentra Venom y Eddie.
Mientras el par protagónico se encuentran en un bar en una playa de México huyendo de la ley por lo ocurrido en las dos previas cintas, nos enteramos que las instalaciones del Área 51 están siendo desmanteladas, mientras que el Área 55 alberga el Proyecto Imperio, un laboratorio secreto subterráneo debajo de la primera en pleno desierto de Nevada. En el Área 55 la Dra. Teddy Payne (Juno Temple) está estudiando al resto de los simbiontes que llegaron a la Tierra junto con Venom en la primera cinta y que fueron capturados por el General Rex Strickland (Chiwetel Ejiofor) y sus soldados.
Todo esto es a lo que Eddie y Venom se enfrentarán en esta tercera y última entrega. Entre las sorpresas que nos traen es que el Detective Patrick Mulligan (Stephen Graham), que pensábamos muerto de la pasada entrega es revivido por la Dra. Payne con uno de los compañeros simbiontes de Venom. Gracias a ello Strickland se entera de que la única manera de detener a Knull y sus asesinas xenófagas es aniquilar a Eddie y Venom, y por ende, el Códex.
Toda la película es una serie de travesuras que Venom obliga a Eddie hacer, a veces emocionantes y a veces simpáticas solamente, todas envueltas en una trama de ciencia ficción genérica ante la amenaza de Knull. Pero más que nada es una cinta para crear un vínculo emotivo más fuerte entre ellos ante el inminente final de la trilogía, aún cuando Eddie se comporta melancólico todo el tiempo por estar separado de su interés romántico Anne.
En su visita a México, Hardy y Marcel comentaron que fue una decisión muy cuidada el no tener a Anne en el final de la trilogía para afianzar la relación de Eddie y Venom. Que el personaje de Anne estorbaría con la convicción de unirse y convertirse en el “Protector letal”. “Ellos llegan a comprender que lo que han elegido es en realidad su perdición, y por eso todos los personajes de las películas anteriores, excepto la Sra. Chen de Peggy Lu, no pertenecían a esta historia de viaje por carretera”, explicó Marcel.
Si disfrutaron de las primeras dos cintas no saldrán defraudados de este cierre de las cintas. Te ríes y quizá se te salga una lagrimita antes de que llegue el último baile entre Eddie y Venom.