“Luto” es una oportunidad única de deleitarse con la impresionante belleza de México y recibir una profunda enseña sobre diversas formas de vivir un duelo y seguir viviendo.
La ópera prima del cineasta mexicano, Andrés Arochi, se encuentra ya en selectas pantallas del país. Demostrando una vez más que el cine mexicano está a la altura de cualquiera en el mundo tanto en lo técnico como los temas que se abordan. El sello tan particular de Arochi es un deleite admirarse en la gran pantalla.
Utilizando una fusión del estilo documental con la narrativa de ficción la trama arranca con su personaje central, Damián (Rodrigo Azuela) asistiendo a un performance en honor de su novia recién fallecida, Dalia (Daniella Valdez), y, que sin manera de encontrar un consuelo fácil por su dolor, inicia un viaje por diferentes estados del país para ver si existe algún tipo de consuelo. En este viaje se da cuenta de que al observar cómo varias comunidades y personas enfrentan su mortalidad y pérdidas, puede descubrir su propio camino hacia la aceptación de la muerte de Dalia.
En este estilo de road trip espiritual por desiertos, carreteras e interminables cordilleras que sobresalen de las espumosas nubes mexicanas, Damián aprende de las diversas tradiciones de las personas que encuentra en el camino, descubriendo un rico legado cultural que le ofrece una brújula para navegar en su proceso de duelo.
Desde una visita a Real de Catorce hasta la frontera sinaloense somos partícipes de este oscuro y desesperado viaje interior que esperamos logre llegar a consolar a nuestro protagonista. Todo sucediendo en medio de flashbacks con su vida con Dalia y los vívidos matices e impactantes contrastes de México y su gente.
En una entrevista exclusiva para “Cinéxtasis” con Arochi, Azuela, Valdez y el productor Santiago Tron, pude sentir la palpable necesidad de aportar su perspectiva tan humana ante el tema de la sanación a través del arte de este equipo de profesionales.
Junto con participaciones especiales por parte de Dolores Heredia y Claudette Maille, las actuaciones de Azuela y Valdez llegan a tener una profundidad inusual en este tipo de ejercicio cinematográfico que propone la dirección de Arochi junto con su coguionista, Gonzalo Romero, y codirector de fotografía, Galo Olivares.