“Párvulos: hijos del apocalipsis” es una cinta mexicana que explora excepcionalmente el mundo post apocalíptico con un estilo propio sobre el género de zombies.
El cine mexicano está dando mucho de que hablar presentando producciones de primer nivel. La nueva cinta del director Isaac Ezban, quien previamente en 2022 nos trajo la exitosa “Mal de ojo”, ahora nos ofrece un filme de terror diferente bajo el nombre de “Párvulos: hijos del apocalipsis”.
El término párvulo hace alusión a niñas y niños con edades de 3 a 6 años, aproximadamente, que generalmente están iniciando su formación educativa. En el contexto de la cinta hace referencia a su aprendizaje a vivir en un mundo desolado e invadido de personas con una infección que te convierte en zombie.
La trama nos sumerge en la historia de tres hermanos, el adolescente Salvador (Farid Escalante) y dos niños, Oliver (Leonardo Cervantes) y Benjamín (Mateo Ortega) que viven en una casa abandonada en medio del bosque recluidos de un mundo que ha colapsado por una pandemia y un virus que aún se cree anda circulando. Benja, siendo el más pequeño, anhela el regreso de sus padres fervientemente, aunque todo indica que es una mentira de Salvador, al que le falta una pierna, no sabemos porque. Sus días pasan en sobrevivir como pueden en medio del bosque, ingeniándoselas en que comer y beber.
Los pequeños, no cuestionan en ningún momento la autoridad de su hermano mayor, quien gobierna de manera firme pero justa. Regaña a los niños, pero los arropa en la noche, en algún punto accede a cierta anarquía infantil y a ciertos caprichos. Oliver, que el hermano de en medio, representa a la conciencia crítica y justa: “dale chance tiene siete años“, le dice a Salvador, cuando este se dispone a regañar a Benjamín quien parece, solo parece, no darse cuenta de la magnitud del devastador apocalipsis mundial, mientras esperan el regreso de sus padres que fueron a buscar ayuda.
Mientras vemos su diario vivir nos enteramos que en el sótano de la cabaña existe una criatura producto de la pandemia, y por algún motivo secreto tienen que alimentar. Y además cuidarse de personas que pueden estar rondando en el sombrío bosque.
En el fondo “Párvulos” es un cuento de tripas, vísceras y amor. Y muy buenas posibilidades a nivel comercial, ya que la dirección de Ezban mantiene al público en el borde de su butaca esperando que les depara a los niños. Dos grandes aciertos que tiene a su favor es la sincera y franca actuación de los jóvenes actores y el escoger que la cinta sea totalmente en blanco y negro usando color solo en contados momentos.
Con un guion del propio Ezban y de Ricardo Aguado, “Párvulos: hijos del apocalipsis” es más un género de fantasía que de horror que merece verse por las razones arriba mencionadas y la reflexión de hasta qué punto seríamos capaz de hacer por nuestra familia. Y más si son fans de series como “The walking dead”.