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Cinéxtasis

Lo más excitante del cine

Notas

La nueva cinta “Hombre lobo” ofrece una entretenida y fresca  visión de la leyenda clásica del cine de terror que te hará saltar del asiento varias veces. 

Este fin de semana ya se puede disfrutar en los cines la nueva versión de “Hombre lobo” que toma como base la leyenda que hemos visto en varias ocasiones y la trae a una realidad más actual y como le explican, podría ser real. Hay varios sustos y sobresaltos, que la hace una divertida ida al cine con la pareja.

La cinta arranca con un prólogo, donde vemos a un padre muy estricto, Grady Lovell (Sam Jaeger), con quién será nuestro protagonista en el futuro, el niño Blake (Zac Chandler), cazando cerca de su granja en la zona rural de las montañas del estado de Oregón donde la desaparición de un senderista desata especulaciones sobre un virus vinculado a la vida salvaje de la región. En esa particular salida a cazar Blake y padre Grady se topan con una misteriosa criatura que acecha en el bosque y que para no ser atacados se esconden en un puesto de caza elevado.

Saltamos al presente y vemos como Blake (Christopher Abbott) de adulto se ha convertido en autor y en un amoroso padre de su pequeña hija Ginger (Matilda Firth) y esposo de la hermosa editora Charlotte (Julia Garner). Su vida cotidiana en la ciudad es interrumpida por la notificación de la muerte del padre Blake. Así que toman esas nuevas como una aventura al campo para empacar los objetos en la granja familial del difundo Sr. Grady. Charlotte y Grady se sienten distanciados uno del otro sentimentalmente y además por qué al parecer Ginger compagina más con su padre que con su mamá. 

Al emprender el viaje todo parece que todo mejorará. Al llegar a las montañas se pierden en el bosque sin señal. Por suerte se topan con un amigo de la infancia de Blake, Derek (Benedict Hardie), quien se ofrece llevarlos al camino correcto hacia la granja de su padre. Derek es muy seco y extraño como lo era el padre de Blake. Hasta le recuerda que es peligroso andar de noche por esos lares por el senderista con la “enfermedad”. Justo en ese momento Blake ve a la mitad del camino a un hombre parado lo cual lo hace que pierda el control del remolque y todos caigan al precipicio. Lo bueno es que el camión queda atorado entre las copas de los árboles y no se estrellan. A partir de ese momento, Blake y su familia tendrán que intentar escapar de esa bestia para sobrevivir en lo que parece una noche interminable. 

El director australiano Leigh Whannell vuelve a retomar los clásicos del terror del cine de blanco y negro como lo hizo tan brillantemente con “El hombre invisible” del 2020. Whannell que es el cocreador de las franquicias como “Saw: El juego del miedo” y “La noche del demonio”, coescribió el guion de esta re-interpretación de la clásica creativa junto con Corbett Tuck, Lauren Schuker Blum y Rebecca Angelo. Quizá el resultado no es igual de impactante que con “El hombre invisible” pero es un buen intento que está ejecutado impecablemente y trata de darle una fresca visión a la leyenda clásica del hombre lobo. 

La dirección de fotografía de Stefan Duscio es perfecta y a cierto grado preciosista para crear el ambiente de suspenso que el acecho de la criatura necesita en un ambiente rural. El guion y la dirección no carecen de ambición ya que claramente querían explorar temas complejos ​​como el trauma entre padres e hijos y la masculinidad tóxica, pero el resultado final en esos ámbitos no es tan exitosa como cuando por fin la familia tiene que huir de la bestia.

Pero eso no afecta que pases un agradable rato en el cine el fin de semana. Existen los suficientes sobresaltos para que valga la pena el boleto y esperar la siguiente interpretación de algún clásico del terror de Universal por parte de Whannell.

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