“Pecadores” es un thriller eclécticamente intenso, sexy y estéticamente elegante apoyado por una innovadora trama de suspenso vampírico.
La cinta “Pecadores” del director Ryan Coogler es un drama con personajes arraigados en el realismo social y político de los turbulentos tiempos de la lucha racial de EUA en 1930 pero en un sorpresivo giro de tuerca involucra una temática de vampiros.
En un breve prólogo, nos informan que en ciertas culturas existen personas místicas que hacen música capaz de romper las barreras del tiempo sanando a su comunidad pero también corriendo el riesgo de atraer al mal. Después de eso la trama arranca de lleno en 1932 en la cuna del Blues en medio de los campos de algodón de Clarksdske, Mississippi, donde los gemelos gánsters Smoke y Stack (ambos interpretados por Michael B. Jordan) regresan a su ciudad natal después de siete años en la cosmopolita ciudad de Chicago. Los rumores se han extendido por toda la ciudad sobre la línea de negocios de los gemelos, desde casinos hasta trabajar para el mismísimo Al Capone. Dependiendo a quien le preguntes, los gemelos son temidos o adorados. Los gemelos no pierden tiempo en anunciar la razón de regreso: quieren construir un club nocturno para su comunidad, abastecido con licor de calidad pero dudosa procedencia. Smoke se pone a preparar la decoración y comida con sus viejos amigos del pueblo mientras que Stack lleva a su primo menor, Sammy (Miles Caron), que es un talentoso músico hijo del pastor local, para asegurar el entretenimiento de la noche.
El día lleva a los gemelos nuevamente al camino de las antiguas mañas: Stack intenta evitar a su ex novia Mary (Hailee Steinfeld) quien no lo ha perdonado por abandonarla, mientras que Smoke se reúne rápidamente con su esposa Annie (Wunmi Mosaku) con quien perdió una hija. El club nocturno, una casa de madera en una granja a las afueras del pueblo y que fue comprada a un sangrón ricachón blanco, se construye en cuestión de horas con la ayuda de la comunidad.
Al atardecer, con el alcohol frío incendiando la noche, la voz de Sammy es sobrenatural y convierte al club en algo de otro mundo para los asistentes, todo parece indicar que los gemelos han construido algo no solo exitoso, sino también significativo para su comunidad. Sin embargo, no pasa mucho tiempo antes de que un trío de vampiros, liderados por Remmick (Jack O’Connell), lleguen de imprevisto a la fiesta pidiendo que los dejen entrar. Impotentes al no haber sido invitados, esperan afuera hasta que pueden infiltrarse entre la multitud. Cuando sea que alguien los deje entrar sin duda se desatará el infierno, y se convertirá en un enfrentamiento violento entre una vampiros e humanos.
Coogler debutó como director con “Fruitvale Station” en 2013 con la que ganó el Gran Premio del Jurado y el premio del público del Festival de Sundance. De ahí filmó las exitosas cintas: “Creed” y las dos películas de “Black Panther”, todas ellas coescritas por él. “Pecadores” es sencillamente una película tan elegantemente filmada y editada efervescentemente, que brilla tanto por la dirección de Coogler como por la banda sonora intensa y perpetua compuesta por Ludwig Göransson y la dirección de cinematografía de Autumn Durald Arkapaw, que en conjunto hacen que puedas oler el sexo y el sudor que gotea del techo del bar.
Además de todo este equipo creativo de primer nivel, la cinta vale la pena por una escena estridente en el club donde la música de guitarra de Sammie evoca colaboraciones con fantasmas de artistas pasados y futuros. Estoy seguro que esa escena le valdrá todas las nominaciones posibles en la próxima temporada de premios cinematográficos.
En fin, “Pecadores” tiene un lenguaje visual distintivo, lleno de guiños a eventos históricos, donde brasas brillantes flotan en el cielo nocturno para llevar al espectador a un viaje tremendamente emocionante, intenso y convincente a través del blues del Delta del Mississippi que querrás volver a ver en la pantalla IMAX más cercana. Definitivamente Ryan Coogler se consolida como uno de los jugadores más valiosos para los próximos en Hollywood.
